1. Palpitaciones o frecuencia cardíaca acelerada.
3. Temblores o sacudones.
4. Sensaciones de dificultad para respirar o asfixia.
6. Dolor o malestar en el pecho.
7. Náuseas o malestar abdominal.
8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
9. Desrealización (sentimientos de irrealidad) o despersonalización (desapego de uno mismo).
10. Miedo a perder el control o “volverse loco”.
12. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo).
13. Escalofríos o sofocos.