Los Pensamientos Positivos
Son aquellos que te permiten acumular fuerza interior y te capacitan para ser constructivo. Los pensamientos positivos siempre producen un beneficio en todas las circunstancias, sin atraparte en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no significa que ignores la realidad de tu entorno y pretendas vivir en lo irreal o anheles ser otro. Por ejemplo, cuando estás enfermo y te repites una y otra vez: estoy sano, estoy sano, no es lo que se dice un pensamiento positivo. Pensar en positivo significa ver los problemas y reconocer la propia realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones sin obsesionarse ni ofuscarse.
A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista u optimista, pero necesitas ser muy cuidadoso y maduro si quieres ser realista. Una persona que piensa positivamente es consciente de las debilidades de los demás, pero aún así dirigirá su atención hacia sus buenas tendencias.
Consecuencias del Pensamiento Positivo
Los pensamientos positivos te alegran y, gracias à esto, tus expectativas hacia los demás disminuyen. Esto no significa que no te importen, sino que dejas de pedirles amor, respeto, reconocimiento, calma, etc., y haces que las relaciones sean más fáciles. Éste es el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas. Cuando estás contento interiormente, tienes la fuerza para aceptar a los demás tal como son sin querer que sean de otra manera. Esta aceptación genera relaciones más pacíficas. Con la actitud positiva que creas así, puedes darte a los demás tal y como eres, con tus virtudes y tus imitaciones, sin pretender otra cosa.
Tu cuerpo también recibe un gran beneficio, ya que cuando tu mente está en equilibrio y en armonía eres menos sensible a las diferentes enterenedades. Una persona que tiene muchos pensamientos inútiles a menudo se sentirá muy cansada, porque está gastando su energía en crear miles de pensamientos innecesarios e ineficaces.
Tu mente se fortalece y se cura si la alimentas con pensamientos positivos. Una mente sana se convierte en la base de una personalidad equilibrada.
¿Cómo saber si un pensamiento es positivo?
Cualquier efecto de un pensamiento positivo, ya sea sobre ti mismo, la sociedad o el mundo, siempre es beneficioso, no daña a nadie. Un pensamiento positivo hace que salga lo mejor de ti mismo y te llena de entusiasmo.
Un pensamiento positivo con respecto a ti, fortalece tu autoconfianza y te ayuda a reconocer y amar tus cualidades. Los pensamientos que surgen de tu ser más puro y auténtico son positivos.
Siendo consciente de tu identidad espiritual, estás conectado con tus verdaderas cualidades, y los pensamientos que creas desde esa conciencia son positivos.
¿Qué es lo que te impide ser y mantenerte positivo?
Hay muchas causas que dificultan la generación y permanencia de positividad en tu mente y tu actitud. La información que recibimos del exterior, en su mayoría, son noticias negativas. Y nuestras conversaciones se basan en esas noticias. Otras causas son: contagiarse de la negatividad de otros; ser influenciado por el criticismo de otras personas; sentir dudas acerca de ti mismo; adolecer de objetivos claros en la vida; no haber reconocido tus cualidades, virtudes y valores; no tener confianza en ti mismo; no creer que eres un ser positivo; estar frustrado, irritado; mantener el pasado en tu mente; tener un ego desmesurado; compararte con otros; falta de flexibilidad o tolerancia ante personas o situaciones y tener una baja autoestima, entre otras.
Las influencias negativas te llevan a:
- Perder la autoestima.
- Disminuir la capacidad de elegir libremente (dependencias).
- Crear emociones negativas.
- Proyectar sobre otras personas tus carencias o debilidades.
- Dificultar la comunicación con los demás.
- Tener dificultades para dormir tranquilo.
Los beneficios del pensamiento positivo sobre la mente, el cuerpo y las relaciones
Son muchas las ventajas del pensamiento positivo. Veamos una breve lista:
Mente
- Eres más creativo.
- Tienes mayor claridad de pensamiento.
- Fortaleces tu habilidad de concentrarte en pensamientos de calidad que, a la vez, generan buenos sentimientos.
- Adquieres más respeto hacia ti mismo y hacia los demás. Generas la habilidad de autocontrol y fortaleza en situaciones difíciles.
- Superas las presiones y las preocupaciones con más facilidad.
- Experimentas tranquilidad, serenidad, paz y alegría.
Cuerpo
- Te encuentras más relajado físicamente.
- Te sientes más activo, con más energía.
- Tu energía fluye mejor, mejora tu salud.
- Respiras mejor, más pausada y profundamente.
- Tu mente está en equilibrio y armonía. Así, el sistema inmunológico se fortalece y tu sistema digestivo mejora.
- Se fortalece el sistema nervioso.
Relaciones
- Tus relaciones son más armoniosas.
- Tienes más habilidad para aceptar a los demás con comprensión y sin expectativas.
- Tus pensamientos positivos influyen a los demás, compartes tu felicidad.
- Atraes a los demás con tu paz y armonía.
- Haces que los demás se acerquen a su verdadero ser y se sientan cómodos contigo.
- Rompes barreras y construyes puentes estables de comunicación y entendimiento.
El poder de elegir
La libertad interna es la capacidad que tenemos para ser los creadores de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Es la libertad de pensar, experimentar y expresar lo que realmente somos, cuando queramos y durante el tiempo que deseemos.
¿Cómo puedes desarrollar el poder de elegir tus propios pensamientos y sentimientos? ¿Qué pensamientos debes crear que te permitan experimentar el bienestar y la libertad interior? ¿Cómo liberarte de las influencias negativas?
Cuando aprendes a separarte de las influencias de tu entorno, puedes descubrir tu verdadero ser y reconocerte como eres, y no como un reflejo de lo que los demás piensan de ti. Es posible tener una verdadera libertad cuando:
- Fortaleces y mantienes tus cualidades positivas en tu conciencia (como son el amor, la paz y la sabiduría), y no permites que las influencias negativas externas entren en tu mente y te debiliten.
- Aceptas que cada uno es como es y tiene su papel. Aceptas las situaciones y las afrontas o transformas (según sea el caso) con una actitud positiva. Esto es posible cuando aprendes a entrar y permanecer en el silencio y observas objetivamente desde ese espacio que el silencio te ayuda a crear.
- Pensar positivamente favorece el tener una actitud abierta y dispuesta a encontrar solución a los problemas, no huyendo de la realidad, pero tampoco cayendo en una espiral negativa por culpa de ellos.
- Ser positivo significa encontrar siempre la mejor forma posible de responder a cada situación en tu vida.
El Pensamiento Positivo en la Acción
Cuando no controlas tus pensamientos, te ves impulsado por tus emociones, por los registros grabados en tu memoria y en tus recuerdos o por las circunstancias o el ambiente en el que te encuentras. Así, tu vida está controlada por condicionamientos internos y externos. Ese carácter reactivo te lleva a vivir una vida emocionalmente inestable.
El pensamiento positivo te ayuda a ser el responsable de tu vida. No culpas a los demás de las situaciones o problemas que surgen. No defines tu conducta como una consecuencia de las condiciones o las circunstancias, sino como el resultado de tu propia elección consciente, que puede basarse en valores cuidadosamente seleccionados e interiorizados.
Aprende a crear hábitos saludables para mantener una actitud positiva ante la vida
- Acéptate a ti mismo.
- Dedica tiempo de tu vida para conocerte a ti mismo.
- Evalúate y valórate de forma positiva.
- Da y recibe amor.
- Considera que el pasado ya es pasado.
- Sé responsable de ti mismo.
- Valora lo positivo.
- Aprende y desarrolla tus recursos internos.
- Aprende y desarrolla las habilidades sociales.
- Sé tú mismo.
Actitud Constructiva
Si nos quejamos de las cosas que vemos y no nos gustan, y no hacemos nada por cambiarlas, probablemente es porque no tenemos la suficiente creatividad y fuerza interior para dar una respuesta positiva a esa situación y transformarla. Cuando nos quejamos de alguna circunstancia externa, significa que en nuestras mentes debemos tener una imagen de cómo nos gustaría que fuese, pero no estamos preparados para comprometernos y hacer algo que convierta nuestra imagen en una realidad. Si realmente estuviéramos preparados, no nos quejaríamos de lo que está sucediendo ahí afuera, sabríamos que quejarnos y señalar con el dedo no es la mejor forma de encontrar una solución a las situaciones en las que nos encontramos.
Cuando colaboramos con una actitud positiva y constructiva para mejorar nuestro entorno más cercano, redunda en nuestro propio beneficio y en el de los demás.
Todos podemos elegir cómo responder ante una determinada situación, y ahí es donde empieza la verdadera libertad, que reside en la elección de cómo respondemos frente a las situaciones y aspectos externos a nosotros.